En días pasados se dió el cierre definitivo de la protectora de Navas de San Juan. Es una lástima y una mala noticia para los perros de la zona. La falta de colaboraciones ha llevado al cierre definitivo. Recordamos que sólo tres personas eran las que cuidaban a los perros con el mantenimiento diario. Se trataba de Antonia, que al estar muy mayor había dejado de ir al refugio, Raquél, que por vivir fuera del pueblo acudía cuando podía aunque sí colaboraba a menudo con la difusión de los perros en internet y Estrella, la presidenta, que próximamente tendrá que ser operada de una lesión que ha tenido. Todo esto, acompañado de la pasividad de una sociedad que, a veces, ha tratado mal a la protectora, llegando incluso a tratar de envenenar a los perros, ha hecho que este proyecto, que nació con tanta ilusión, haya quedado en nada.
Lo bueno es que les ha dado tiempo a conseguir adoptantes para los últimos perros que tenían alojados en sus instalaciones, por lo que han evitado el tener que dejarlos tirados en la calle. Sin duda lo perros que han podido ser reubicados se lo agradecerán por haberlos salvado y por haberse preocupado cuando se encontraban en la más absoluta soledad.
Lo bueno es que les ha dado tiempo a conseguir adoptantes para los últimos perros que tenían alojados en sus instalaciones, por lo que han evitado el tener que dejarlos tirados en la calle. Sin duda lo perros que han podido ser reubicados se lo agradecerán por haberlos salvado y por haberse preocupado cuando se encontraban en la más absoluta soledad.
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